martes, 21 de agosto de 2012

Sistema de Evaluación de la Educación Pública Costarricense


¿Es una ventaja o desventaja el sistema actual de evaluación pública costarricense?, ¿por qué un gran porcentaje, si no es que todo, de los colegios o instituciones privadas del país no lo implementaron.?
Desde mi perspectiva docente y formativa no le he visto la ventaja a este sistema de adelantar materias, en realidad el término arrastre no existe, porque el estudiante no pasa de nivel, adelanta materias de otro u otros niveles, pero no arrastra, se quedó y está cursando esas materias, que de hecho son la prioridad al momento de la matrícula.  Me explico mejor, si un estudiante se queda  en Inglés en sétimo año, y no pasa las convocatorias, dicho estudiante es repitente y está en sétimo nivel, el hecho de que se le permita matricular materias de octavo, no significa que está en octavo.

Me encanta la ternura de la anécdota con la que el señor Ministro justifica la implementación de este sistema de evaluación ya que cuenta él que en una escuela un niño le preguntó que por qué tenía que llevar otra vez materias que ya había ganado.  Ciertamente este niño había razonado su situación, que a simple vista no parece justo. Tierna historia.

Pero cuál es la realidad de esta situación, ahora soy yo la que le pregunta: don Leonardo y ¿qué gana el estudiante adelantando materias?, si eventualmente, en el mejor de los casos, tendrá el o la joven que cursar todo un año con las materias que debía únicamente, ¿dónde está la ganancia?, ¿tendrá ese estudiante la materia que ya ganó el año anterior fresca para pruebas nacionales?

Lo cierto es que por un tiempo disminuyó la deserción, aunque ya se ha visto nuevamente un incremento en la misma, los padres de familia se han dado cuenta que en realidad, el sistema de adelante no es más que una utopía, puesto que el año perdido es un año perdido, y adelantando materias no se va a recuperar. Tan es así esta circunstancia, que durante la matrícula del año pasado hubo padres que pedían matricular a sus hijos en el año perdido con todas las materias, pero estamos atados de manos, pues no es permitido, entonces han optado porque sus hijos no hagan el último trimestre, cuando el rendimiento académico es bajo, para así obligarlos a llevar todas las materias el año siguiente. (ya que solo retirando la matrícula del estudiante, es la única forma en que al siguiente año pueda matricular las materias completas sin adelantar ninguna).

Que se ve en los corredores de los colegios, jóvenes paseando por todo lado, porque por más intento administrativo, no se pueden llenar todos los espacios, a tales jóvenes les queda cajones, y estos espacios libres se prestan para un sin fín  de situaciones que prefiero no numerar, pero que padres y madres de familia preocupados quieren evitar.

Lecciones de hora guía, por ejemplo, no llevan, se les da en un horario pero no van, y eso ya no importa, no es una materia más, pero si son 40 minutos para rondar por los corredores y demás.
Ahora hablando del caos de inicio de curso lectivo, me refiero al área administrativa, la matrícula de estudiantes que arrastran materias es un proceso lento y tedioso y que interfiere con el buen desarrollo en general de las lecciones, dicho proceso puede durar hasta un mes o más, de pronto por allá de 20 de marzo, se nos presenta un estudiante al aula diciendo que le toca ahí, por horario de adelante. De pronto un grupo con 35 estudiantes se tornó en un grupo con 42.  Formar grupos es tarea de Titanes y mis respetos para esos grupos de trabajo que llevan tan ardua y difícil y apresurada tarea cada año.

Ahora, yo como docente, simplemente debo recibir en mi clase los estudiantes que se encuentren en lista, en qué me afecta entonces, por qué escribir este blog, porque tenemos la verdadera perspectiva de los chicos, que hablan y no se dan cuenta que escuchamos.

En cuanto a la calificación de la conducta, es ahora prácticamente un adorno en la nota, a los estudiantes no les importa, he escuchado a los chicos decir, qué importa, después uno hace un trabajo y ya, otro estudiante: y qué de por si uno no se queda, aunque eso no sea del todo cierto. He escuchado estudiantes hablar sobre la selección de materias a las que si asisten siempre y a las que no.

El buen estudiante, el excelente y no me refiero solo a los de grado de honor, sino al responsable, nunca le importará si se puede adelantar o arrastrar materias, el estudiante mediocre, lo ve como una oportunidad, como una opción de no mejorar, lo que dicen es: de por sí la puedo arrastrar.

Desde el año pasado me impactaron las estadísticas mostradas en X institución, las busqué este año, pero lamentablemente no las encontré y parece que nadie tuvo la astucia de guardar tal información, de acuerdo a esas estadísticas llegará un momento en que la graduación sea para 10 o 15 estudiantes en un colegio con un margen entre 800 y 900 cupos de matrícula.  El estudio se hizo tomando en cuenta los estudiantes actuales (2011) que adelantan materias.

Este sistema lo que ha creado es un embotellamiento de estudiantes que pueden estar en dos, tres y hasta más niveles, se pierde el sentido de pertenencia a una sección, ya que están en secciones diferentes adelantando materias.

Hasta parece aplicada la filosofía del “pobrecito” tan característica de nosotros los costarricenses, pobrecito si ya ganó la materia que no la lleve otra vez, pobrecito, cómo se va a quedar por la nota de conducta, pobrecito.  Dejémonos de alcahueterías y formemos muchachos y muchachas retadores, ciudadanos pensantes y con deseos de superación, no mediocres que se conforman con el camino fácil del “porta mi”, si me quedo la arrastro.

Les dejo la pregunta ¿Cuáles son las ventajas del actual sistema de evaluación?

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