A principios de este año estaba disfrutando un par de
noches en un hotel de playa en compañía de mi sobrina y mi amiga María José (@marijoec)
cuando de repente leo en el Time Line de Twitter un comentario muy despectivo
con relación a personas con sobrepeso el
cual generó una inmediata #polémicaenredes y por qué no decirlo, mucha
inquietud entre aquellas de nosotras que por diferentes razones, no gozamos de
una figura 90-60-90.
De la
inevitable #polémicaenredes no faltó quién dijera que se quería suicidar porque
había aumentado tres kilos y quienes manifestaron su amor por la #Necar (carne),
otros que tomaban partido de ambos bandos haciendo mofa de la disputa y otros
que muy inteligentemente se dedicaron a comer palomitas y tirarse los toros
desde la barrera sin hacer comentario alguno.
Y bueno
viene el famoso y robado día de San Valentín, donde el comercio hace fiesta,
las flores y chocolates se ponen más caros y cenas con música romántica en
vivo. Hace días hablando con un amigo le
manifesté mi disgusto en ese particular, sin embargo, he de confesar que lo que
más me disgusta en realidad es no tener con quién ser parte de ese consumismo.
Y es que molesta porque es como que te están recordando a cada rato que estás
solo o como diríamos en twitter #foreveralone.
A estas alturas se preguntarán el por qué del
cambio de cassette tan drástico, pasar de hablar de gorditas a San
Valentín. Bueno lo enlazo con el blog de
@TanniaMoya titulado –Se Busca Pareja Ideal-, según UNIMER los caballeros
buscan a su pareja ATRACTIVA entre muchos otros requisitos.
Bueno
me pregunto qué quisieron decir esos caballeros con tan codiciado adjetivo, en
mi mismo TL en twitter leí en una oportunidad, cuando todos comentaban el
certamen de Miss Universe, que un valiente puso “pues yo me quedo con las
gordibuenas”, y digo valiente por efectivamente si lo es, ahora una cosa muy
distinta el mundo 2.0 y el mundo 1.0.
A
nosotras se nos ha vendido la idea que para ser atractivas hay que ser
delgadas, el problema es que ese estereotipo se lo han vendido también a ellos,
entonces aquel caballero que encuentra atractiva una mujer con sobrepeso se ve
presionado por una sociedad plástica y sin sentimientos.
Por
ejemplo, tengo una amiga cuyo no novio no la ha presentado a su familia ni a
sus amigos en tres años de relación, si se les ve juntos, podría decirse que la
ama, y por el trato que le da no quedaría duda alguna, simplemente no es lo que
familia y amigos esperan de él, no qué va, él se puede conseguir “algo
mejor”.
Me
pregunto cuántos hombres se morían por salir con la gordita de la clase porque
es simpática, comparten gustos y pasan maravillosos tiempos juntos, pero no se
atrevieron porque otra vez, había “algo mejor” para ellos, y se limitaron y
encerraron y entonces se conformaron con la flaca que les coqueteaba, porque
esa sí, esa es la muñequita para lucir.
En otra
oportunidad un amigo, ingeniero industrial graduado, con un buen puesto en una
compañía asesora para ISO 9000, me contó emocionado que se casaba, tenía
secretarias de esbeltos cuerpos detrás de él como hormigas tras miel, y
contándome de su relación me confesó que estuvo a punto de romper la relación con
su prometida, por la intromisión de otra chica, pero me dijo, no valía la pena,
mejor apuesto por mi gordita. Bueno éste fue un valiente en el mundo 1.0, no
por elegir la gordita, sino por no ir con lo que la sociedad dicta como
atractiva.
Por
ahora déjenme contarles que aunque para la sociedad no calzo en el empaque
adecuado, me siento bien y realizada por la mujer que soy, me propuse ser una
cuarentañera sexy y me di cuenta que no tengo que bajar de peso para serlo, no
sé si encontraré un valiente que pudiendo elegir entre muchas bellezas
esbeltas, me elija a mí, y se dé cuenta que eligió bien.